ASUMIENDO UNA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA

Sin duda alguna, esta pandemia nos ha ido dejando diversas lecciones en distintos ámbitos de la vida. Hemos tenido un sinnúmero de oportunidades para  reflexionar, lamentar, temer, descubrir, aprender, reaprender y revisar cuáles son nuestras prioridades.

Pero una de las lecciones más importantes que hemos aprendido es tomar conciencia sobre nuestra vulnerabilidad y la importancia de que cada una de las personas que nos movemos en este planeta seamos corresponsables en la sociedad.  Es decir, que cualquier cosa que yo haga afecta a mi prójimo en mayor o menor grado y viceversa.

Pienso que entre más personas sepan que asumir la responsabilidad compartida es la clave para una sociedad más equilibrada y mucha más gente adecue sus conductas diarias en respeto por los demás, vamos a salir mucho más rápido y mejor librados de esta crisis.

Y aquí salta la pregunta ¿en qué condiciones vamos a salir de esta? ¿Saldremos igual o saldremos reforzados? La respuesta depende en mucho de cuánto estemos dispuestos a responsabilizarnos para cuidar al otro.

Si nos vamos al significado, el diccionario define la “corresponsabilidad” como:  “que dicha responsabilidad es común a dos o más personas, quienes comparten una obligación o compromiso”.

 
Por César Vargas Gerente de Relaciones Corporativas Hotel y Club Punta Leona

Así que al referirnos a la corresponsabilidad social es claro que hablamos de las obligaciones y compromisos que usted y yo asumimos sobre nuestra forma de estar en la sociedad, donde nos influimos unos a otros constantemente, ya sea por nuestra forma de consumir, gastar ,vestir, viajar, divertirnos, movilizarnos, trabajar, etc.

Festejo ver en acción esta “responsabilidad compartida” en los empleados que por cuenta ajena tienen su sueldo asegurado y no suspenden las cuotas de colegios, , academias, gimnasios, transporte de estudiantes etc. También la veo en los emprendedores que aguantan el mal tiempo y se esfuerzan en el teletrabajo. La veo en las empresas o profesionales que están regalando o facilitando el acceso a sus servicios para aquellos que están confinados en casa. La veo en el personal de limpieza y domésticas, en los conductores de transporte público, en los vecinos que se asoman a preguntar, en las personas que hacen sus compras diarias sólo con lo que necesitan… y ante todo, lo veo en el personal de salud.

Estos días hay corresponsabilidad por todos lados, ojalá no se nos vaya demasiado rápido esta costumbre, y sea ahora parte de nuestros valores.