A don Eugenio Gordienko, “don EGO” como fue conocido entre sus amigos, lo podemos considerar de muchas maneras. Soñador, visionario, futurista, lo cierto es que su vida profesional y personal ha sido una gran inspiración para quienes tuvimos el privilegio de conocerlo.
Don Eugenio siempre se abrió paso en la vida con tenacidad, dedicación y esfuerzo, dejando un camino maravilloso plagado de oportunidades para todos los que caminaron a su lado. Un sitio maravilloso en el cual se han conectado con la naturaleza muchísimas personas alrededor del mundo, un lugar que ha permitido a muchas personas darle un futuro mejor a sus hijos.
Don Eugenio fue motor de cambio, formó empresas, construyó puertos , puentes y edificios emblemáticos , dejando un legado de obras que sin lugar a duda han sido fundamentales para el desarrollo y el progreso de nuestro país.
Como adelantado a su época y no quedando satisfecho con las grandes obras que impulsó, una mañana a inicios de los años setenta desembarcó junto a su amigo Guillermo Carranza en Playa Mantas y de inmediato reconoció el potencial que tenían por delante, esa dichosa mañana inicio un largo camino, un camino con el nombre “ Punta Leona”.