Darner A. Mora
Salubrista público

de un ser vivo. Filosóficamente los virus están entre la frontera de lo vivo y lo muerto.
Por otro lado, no hay riesgo de proliferación del SARS-CoV-2 en los conductos ni
aparatos de aire acondicionado, como sí ocurre con las bacterias u hongos como
Legionella pneumonia o Aspergillus sp, respectivamente. No obstante, el aire
acondicionado está relacionado con contracturas en el cuello, la zona lumbar y la
espalda en general. Más aún, el ambiente seco provocado por este tipo de aire
reseca las mucosas y nos hace más propensos a padecer infecciones respiratorias
y molestias como tos y sequedad de los ojos. La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, “advierte de que a pesar de que tenemos la falsa creencia de
que no nos resfriamos en verano, el 20% de estas enfermedades respiratorias y la
mitad de las bajas laborales por este motivo son en verano y, aunque no es la única
causa, el uso que hacemos del aire acondicionado tiene mucho que ver”. Esto
debido a que el abuso en el uso del aire aclimatado puede bajar la humedad relativa,
los cambios bruscos de temperaturas entre el interior y el exterior de más de 10°C
favorece las patologías respiratorias y otras molestias como: sequedad e irritación

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, “advierte de que a pesar de que tenemos la falsa creencia de que no nos resfriamos en verano, el 20% de estas enfermedades respiratorias y la mitad de las bajas laborales por este motivo son en verano y, aunque no es la única causa, el uso que hacemos del aire acondicionado tiene mucho que ver”. Esto debido a que el abuso en el uso del aire aclimatado puede bajar la humedad relativa, los cambios bruscos de temperaturas entre el interior y el exterior de más de 10°C favorece las patologías respiratorias y otras molestias como: sequedad e irritación ocular, sudoración intensa acompañada de sensación de mareo, dermatitis o piel reseca, molestias en los oídos debido al ruido constante del equipo del aire acondicionado. 

Con respecto a la transmisión del nuevo coronavirus la Organización Mundial de la Salud (OMS) no descarta que el mismo se transmita por la vía aérea. La probabilidad de que el coronavirus entre al sistema de climatización o extracción de aire de los locales públicos y se difunda por los conductos es muy baja, aunque conviene garantizar una renovación suficiente captando aire del exterior en un lugar apropiado. Sin embargo, la posición de la OMS ante la posible transmisión del virus por el aire, se basa en que existen algunos estudios que sugieren que el virus, si puede estar presente en aerosoles y permanecer suspendido en el aire en las gotículas más pequeñas y la corriente de aire acondicionado del equipo de climatización se desplazaría a una distancia mayor de los clásicos 3,80 metros, llegando a otras personas, superficies o fómites y si el aire se reutiliza; las mismas gotas pueden volver a circular. Debido a esto la distancia entre personas, el control del aforo en establecimientos y oficinas, y la renovación del aire en los edificios son cruciales, así como la higiene, en el lavado de manos con agua de calidad potable y jabón son esenciales para evitar el contagio del virus.  Fundamentados en la triada epidemiológica: huésped susceptible, el agente externo (coronavirus en este caso) y el ambiente; es esencial aplicar las medidas de control del ambiente mediante la cultura de la higiene personal, en las instalaciones de trabajo y en los hogares.