EL SERVICIO SANITARIO Y EL CORONAVIRUS

Darner A. MoraSalubrista público

Iniciando los años 90, en el Laboratorio Nacional de Aguas, preocupados por la amenaza de la epidemia del cólera en las Américas, nos abocamos a realizar estudios relacionados con la determinación de riesgos de contagio con “Vibrio cholerae”, cuyo propósito fue evitar la propagación de este mortal germen en Costa Rica.

Se realizaron investigaciones sobre contaminación fecal en hielo, refrescos naturales, piscinas, ríos, aguas marinas de playas y esteros, además de la contaminación bacteriana en cepillos de dientes ubicados cerca de lavatorios y servicios sanitarios; en este último tema, los resultados mostraron que más del 70% de estos utensilios presentaban altos niveles de “Escherichia coli”. Este hallazgo era y es causado por la mala costumbre de realizar las necesidades fisiológicas, halar la cadena del inodoro sin bajar la tapa, lo que esparce gotitas de agua con contaminación fecal, afectando el ambiente interno y con ello los cepillos dentales. Dicho estudio fue presentado con gran suceso en un foro del Colegio de Cirujanos Dentistas, y publicado en su respectiva revista profesional. Posteriormente, grandes empresas de productos dentales promocionaron estuches protectores para estos dispositivos de higiene personal.

Este antecedente sobresale con la actual pandemia que estamos sufriendo por el coronavirus “SARS COV2” causante del “Covid-19”, que ha afectado a más de 185 países con cerca de 1.7 millones de casos y 118 mil muertes, además de un enorme impacto a la economía local y mundial. Al respecto, recientemente la prestigiosa revista “Gastroenterology”, publicó un estudio con una muestra de 73 pacientes hospitalizados en China, de los cuales 39 resultaron positivos por este virus en muestras de heces, lo que indica que este patógeno también puede diseminarse por medio de deposiciones humanas; además, 17 de estos pacientes resultaron positivos por “Covid-19” incluso después de que sus hisopados de garganta y/o nariz resultaban negativos. Lógicamente, resulta poco probable el contagio a través de las heces de otra persona; sin embargo, esta pandemia está en evolución y faltan muchos conocimientos por adquirir.

Ante esto, la precaución debe ser nuestra mejor consejera. El ingeniero de la Universidad de Purdue Qingyan Chen, que ha trabajado en la propagación del virus, indicó a la revista “Forbes”, que “…hay una manera muy fácil de ayudar a prevenir este tipo de coronavirus: cerrar la tapa y luego tirar de la cadena. Así explicó; el 80% de las partículas que se escapan de la materia fecal al aire quedan en el inodoro y no en su alrededor…”. Aunado a esto, otro estudio de la Universidad de Hong Kong reveló que “…una cisterna de inodoro puede liberar hasta 80.000 gotitas contaminadas y dejarlas suspendidas un metro en el aire durante horas si se dejó la tapa levantada…”.

Por último, así como lo mostró nuestro “sencillo” estudio sobre los cepillos de dientes del año 1993, en la actualidad investigaciones de las mejores universidades de China y Hong Kong reafirman la importancia de bajar la tapa del servicio sanitario, para evitar infecciones entéricas y respiratorias.