Su simpleza lo hace quizás uno de los cocteles más especiales a nivel mundial: Ginebra, hielo, agua tónica, unas gotas de limón y… ¡Salud! Sí, esos son los elementos que funcionan como punto de partida para preparar el Gin-tonic. Hace un par de décadas, esta era una bebida que sólo consumían señores mayores, periodistas y alcohólicos, quizás por tratarse de una bebida amarga y fuerte, pero hoy es buscada por gente joven en los bares y fiestas, lo cual le hizo ganar mucha popularidad. ¿Por que?. Bueno y es que aunque su composición básica ya resulta bastante agradable, su paso por diferentes culturas, ha generado el surgimiento de diferentes variaciones y ahora se puede encontrar el clásico, el afrutado, el cítrico o el herbal, entre lo más frecuente.
A continuación Cristina, nuestra bartender, nos muestra cómo se prepara este famoso coctel.