Conozca cómo funciona la pesca de arrastre, sus consecuencias y la realidad política que enfrenta

El uso de una red de arrastre es un arte de pesca antigua que se utiliza prácticamente en todo el mundo. Esta técnica consiste en una red lastrada que barre el fondo del mar y que captura todo lo que encuentra a su paso, absolutamente todo. 

Dicho de una manera más “coloquial”, es como pasar la pala de un tractor por un campo agrícola de todo tipo de hortalizas para extraer luego de todo eso, algunos tomates cherries y desechar el resto. ¿Le parece lógico?

Pues no, y es por eso que más de 25 asociaciones de pescadores artesanales y turísticos de Puntarenas y Guanacaste, municipalidades, grupos ambientalistas, cámaras de turismo, y gran parte de la sociedad civil, repudiaron una ley aprobada por el Congreso, pero que fue vetada por el Ejecutivo debido a la presión de grupos sociales, ambientalistas y económicos que existió al respecto.

“Durante todas esas décadas en que funcionó, la pesca de arrastre provocó una devastación total en las especies que capturamos los pescadores artesanales. Nosotros nunca habíamos capturado tanta cantidad de producto como lo hacemos ahora”, declaró Maudy Quirós, presidenta de la Asociación de Pescadores Artesanales, Transportistas, Fileteadores y Afines de Puntarenas.

Según los pescadores artesanales, esta actividad, como lo ha reiterado el sector académico-científico, es sumamente dañina para los ecosistemas marinos y, a la fecha, no es posible afirmar que pueda desarrollarse de manera sostenible. Esta ley no tiene sustento técnico, se aprobó sin contar con un análisis de costo-beneficio, y sin consultar a los sectores que se verían afectados con esta medida. 

Pesca indiscriminada

Para el Dr. Ingo Wehrtmann, coordinador de la Unidad de Investigación Pesquera y Acuicultura (UNIP) del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar), el problema principal de este arte de pesca es su poca selectividad.

“Prácticamente todos los organismos que se encuentren en el camino de la red de arrastre terminan como parte de la captura. Se habla de una pesca incidental, es decir, el conjunto de los organismos que no representa la o las especies objetivo (por ejemplo camarones) forman la fauna acompañante (FACA) de la pesca”.

¿Qué se hace con esta FACA? Existen dos opciones: aprovecharla o desecharla. En Costa Rica, la práctica más común es regresar estos organismos (tortugas, tiburones, cangrejos, generalmente muertos o con muy pocas posibilidades de sobrevivir) al mar, incluyendo animales que se aprovechan en forma comercial en otros países del istmo.

Datos de la  FAO indican que la pesca de arrastre por camarones y peces demersales representa el 50 % del total del descarte mundial y solamente el 22 % de las capturas. Además, la pesca de arrastre de camarones tropicales representa el 27 % del descarte total del mundo.

Según Jorge Arturo Jimenez director de la organización ambiental Marviva, “es urgente que la clase política comprenda que estamos hablando de la administración de un recurso público que, bien manejado, puede inyectar cientos de millones de dólares a la economía del país y que su adecuado manejo beneficiaría a docenas de miles de personas en nuestras costas”.

Denuncias y oídos sordos  

Aunado al problema del impacto ecológico que significa la pesca de arrastre, está “la incapacidad de las autoridades locales de sancionar debidamente a las operaciones pesqueras ilegales, lo cual alienta a los pescadores a ignorar las regulaciones”, según explica  Randall Arauz, de la organización de los EEUU Fins Attached.

“Hace 8 años fue interpuesta una denuncia contra la embarcación camaronera Sonia J por operar ilegalmente en Refugio Nacional de Vida Silvestre Caletas-Arío, pero el Tribunal Ambiental Administrativo del Ministerio de Ambiente ha sido incapaz hasta ahora de emitir una resolución final”.

Además, los operadores turísticos y pescadores artesanales se han manifestado en contra de esta práctica, que tiene muchas aristas. “Qué le decimos a nuestros huéspedes cuando un barco camaronero opera en el área y seguido aparecen las tortugas muertas en las playas?”, cuestionaron empresarios turísticos de Guanacaste. 

¿Resellar La Ley?

Ahora que el Ejecutivo vetó la ley, la Asamblea Legislativa podrá votar nuevamente el proyecto sin realizar cambios, pero para aprobarlo ahora deberá de contar con el apoyo de una “mayoría calificada” de legisladores, es decir, 38 votos de los 57 diputados. Así lo describe el artículo 127 de la Carta Magna.

En el caso de la ley para reactivar la pesca de arrastre de camarón, el legislador de Restauración Nacional, Melvin Núñez, aseguró -en entrevista con el diario La República- sí la iniciativa era vetada por el Ejecutivo buscaría reunir, en el Plenario, los 38 votos necesarios para resellar la ley.