Si usted ha desayunado en el  Restaurante Carabelas, se habrá percatado que frecuentemente los monos cariblancos juguetean en las mallas de protección a la espera de algún descuido para robar algún alimento de su mesa, o bien, a la espera de algún “buen samaritano” que les ofrezca algún alimento.

Sin embargo, aunque parezca que más de un monito agradezca el bocadillo de cortesía, lo cierto es que esta práctica les ocasiona mayores daños que beneficios a su estado de salud.  

De ahí la prohibición expresa de no alimentar a estos animalitos. Por eso se los queremos recordar a través del siguiente video. (las imágenes corresponden a antes de la Pandemia)