Una garza de aspecto primitivo, grande pero con patas cortas, que habita en manglares y humedales de agua dulce en tierras bajas tropicales, fue vista por primera vez en Punta Leona semanas atrás, atraía por el nuevo hábitat de lagunas creadas frente al mariposario. 

 

Usualmente se le encuentra en sitios arbolados, pero también en lagunas de humedales abiertos. Tiene la garganta amarilla y desnuda en todos los plumajes (no siempre se ve) y patas verdosas. El adulto tiene mejillas grises, plumaje finamente barrado y muslos café oxidado. El inmaduro presenta un barrado negruzco y café encendido muy visible (de ahí el nombre de Garza Tigre).

 

Su población se estima es unos 10.000 ejemplares, y es comúnmente encontrada cerca del río Tárcoles. Esta ave es autóctona de Centroamérica, Colombia y Perú.

 

En ciertas localidades es residente en quebradas y ríos de las colonias de los piedemontes, principalmente entre los 250 y los 800 m.s.n.m., a lo largo de la vertiente del Caribe, desde la Cordillera de Guanacaste (Bijagua) hasta Panamá. Sin embargo, a raíz de la introducción de la trucha en algunas quebradas de altura, actualmente se encuentran poblaciones locales hasta los 2400 m. de altura, tal como en río Los Ángeles, al norte del Cerro de la Muerte.

 

Camina deliberadamente por entre las piedras o se posa pacientemente en el borde del agua en espera de sus presas: peces e insectos acuáticos grandes.

Son solitarios, generalmente son tímidos y cuando se asustan vuelan hasta doblar por la curva del río o hasta un árbol en el borde.